Enero 12 de 2021 - Los Colores del Incendio
Siempre me han encantado las historias de mujeres fuertes o, como es el caso en este libro, de cómo una mujer vulnerable e inexperta contra todo pronóstico demuestra lo resiliente e inteligente que realmente es. Su personaje pasa de ser inocente y sentirse desprotegida a ser fría y calculadora, transforma esa personalidad de vulnerabilidad e ingenuidad en una mujer apasionante y arrolladora; aun teniendo todo y a todos en su contra ella logra dar vuelta a toda su historia. Ya había mencionado en un anterior post (Asesinos del Emperador) que la venganza de una mujer puede ser fría y calculadora, jamás cometan el error de menospreciar una mujer que busca proteger lo que ama.

Hay que tener un poco de paciencia para entender el personaje Madeleine; cuando por fin comprendes hacia dónde se dirige la historia, empiezas a sonreír para tus adentros, como sintiendo una complicidad femenina.
Es fascinante su transformación, ella logra con cada golpe y traición ser más fuerte. Tú logras ver y entender ese paso a paso que la lleva a ser segura y valiente, lejos de ser solo la ficha decorativa que todos creían que sería, o más bien, que querían que fuera. Ella se convierte en una poderosa estratega que logra dominar el mismo mundo que intentó aniquilarla.
Este libro se centra principalmente en Madeleine Péricourt, la joven heredera que debe enfrentarse a la traición, la pérdida y las intrigas familiares mientras trata de mantener a flote la fortuna de la familia.

El relato muestra la lucha de Madeleine por sobrevivir. La recuperación económica de Francia tras la guerra, los juegos de poder dentro de las familias y las grandes empresas. La narrativa combina intriga, drama social y un retrato de la resiliencia femenina.
Con gran astucia e inteligencia ella cambia las reglas de un mundo dominado por hombres; hay que recalcar que la historia se desarrolla por allá en los años 20s, por lo que entenderán no la tenía nada fácil. Bajo la apariencia de fragilidad puede esconderse una mente fría y calculadora.
Este drama de crítica social y venganza personal me atrapó por completo, me enseñó que no hay que mendigar protección, menos aún el respeto, éste se debe ganar con tus propias acciones. Me enseñó que muchas veces el dolor y miedo nos alerta, nos impulsa, nos fortalece, y finalmente que la adversidad no nos destruye sino que nos templa y nos forja una mejor personalidad. Total, terminé admirando a esa chica débil y vulnerable.

Diálogos o Frases:
- “El dolor puede convertirse en fuego creador, a veces la venganza es la única forma de justicia en un mundo injusto.”
- “La desgracia no pide permiso, simplemente se instala.”
- “El dinero no tiene escrúpulos ni conciencia, solo manos que lo usan para aplastar.”
- “La sociedad aplaude a las viudas cuando callan, pero tiembla cuando deciden hablar.”
- “Vivir sin dignidad es la peor forma de muerte.”
- “Una mujer sola en este mundo es como un cordero entre lobos.
-Entonces será mejor que el cordero aprenda a morder.” - "El incendio no era solo la guerra que se acercaba, sino el fuego que ardía en el corazón de los deshonestos."
- "La caída bursátil de 1929 no fue una tragedia, sino la oportunidad de los buitres."
- "Las apariencias son el único dios al que la alta sociedad adora."

Si hay un lugar que haya visitado y me haya hecho tener mil sentimientos encontrados, ese es Cuba. Para uno como turista todo es mágico, un país diferente a todos los que ya habías conocido hasta el momento, es como si el tiempo se hubiese detenido en los años 50´s.
El triunfo de la revolución cubana en 1959 liderada por Fidel Castro lo cambia todo. No creo tener la suficiente información acerca del trasfondo de esta lucha, ni ser alguien a quien le corresponda juzgar sus luchas internas; así que no opinaré, lo que sí quiero mencionar es la evidente miseria en la que vive el pueblo, sus salarios ínfimos y la falta de condiciones o insumos básicos como alimentos, medicamentos, transporte y muchas otras cosas.

He leído algunos libros donde hacen referencia a la Cuba próspera, con su industria azucarera, una Cuba que fue pionera en tecnología, fue la tercera nación del mundo en tener ferrocarril; que en su momento no era un lujo que se pudiera dar cualquier país. Al caminar por sus calles es más que evidente esa época de opulencia y riqueza que alguna vez marcó su historia, al día de hoy la mayoría de estas edificaciones están en un gran estado de deterioro.
La Habana, esa ciudad mágica como turista la podría visitar una y otra vez. A pesar de su difícil situación, es una ciudad vibrante, alegre, colorida, llena de historia que vale la pena visitar.
Si van, no dejen de visita el restaurante La Bodeguita y tomarse un rico y tradicional mojito, ir a un show de Tropicana a disfrutar de sus tradicionales bailes, coreografía y vestuario, y por último ir a El Floridita Bar, un lugar fascinante y lleno de historia que se remonta a más de 200 años. Abrió sus puertas en 1817, y desde 1914 se volvió tradicional visitarlo y tomar un espectacular Daiquiri.

En cuanto entras a El Floridita te encuentras con una escultura del escritor estadounidense Hemingway, quien lo visitaba con regularidad. Su amor por el lugar, y en particular por el Daiquirí de Constante (el chef que lo inventó e hizo famoso), lo convirtió en una leyenda del lugar. La fama de Hemingway atrajo a un sinfín de visitantes al bar que querían experimentar el mismo ambiente y probar la bebida de su autor favorito. Su frase "Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquirí en El Floridita" se convirtió en un eslogan icónico. En 1953, la revista Esquire lo reconoció como uno de los siete bares más famosos del mundo. A lo largo de los años, ha recibido numerosos premios por su excelencia en la gastronomía y la coctelería.

- Libro: Los Colores del Incendio
- Escritor: Pierre Lemaitre
- Género Literario: Novela histórica, Intriga y Venganza
- Editorial: Salamanca
- Año de Publicación en el 2018
De las cosas que más me desilusionaron al llegar a Cuba es que en ningún lado puedes escuchar a Celia Cruz, está prohibido; una de las tantas leyes que no logré entender del comunismo. Les comparto la bella letra de una de sus canciones.

Por si acaso no regreso de Celia Cruz
Yo me llevo tu bandera lamentando que mis ojos, ¡libertad no te vieran! Porque tuve que marcharme, todos pueden comprender, pensé que en cualquier momento a tu suelo iba a volver...
Pero el tiempo va pasando, y tu sol sigue llorando, las cadenas siguen atando, pero yo sigo esperando y al cielo rezando...
Y siempre me sentí dichosa de haber nacido entre tus brazos, y aunque ya no estés, de mi corazón te dejo un pedazo, ¡por si acaso, por si acaso no regreso!...